Juventud Divino Tesoro

Cuando en el 84 Luca Prodán gritaba a los 4 vientos “Juventud, divino Tesoro” … yo era parte del coro sin lograr entender demasiado pero con la certeza que esa frase tarde o temprano sería parte de mi vida. Ahora tengo 33 años, estoy lleno de vitalidad, ganas, eventos, promesas, sueños y alegrías…. Es decir estoy en el periodo del semental viviendo “el divino tesoro”. Eso si y debo reconocerlo con algunos bemoles como pagos, cuotas, médicos, pañales, hijos, poco descanso, etc, etc, etc… pero ¿No es eso parte del tesoro? O acaso podría imaginarme la vida a los 33 como un teenager…. Bueno en realidad no lo sé, pero lo que sí se es que por allí tengo un montón de amigos que insisten en la misma. Es decir prolongar extensamente la vida tennager y seguir arriba de una tabla de surf, snowboard, vivir del pituto, “casados” o conviviendo , sin bebés, sin asaditos familiares con los padres, hijos y nietos, y más aun por allí me quedan tristes ejemplos de algunos que aún viven con papá como queriendo alargar lo inalargable. Ahora si es o no factible no lo sé … pero ellos siguen allí y en la misma, pero quejándose de su realidad … que a esta edad las minas están de patio, o queda lo que botó la ola , o que armarse de proyectos con gente que trae divorcios, hijos y más rollos que una pistola de marciano es un cacho. Se que en muchos casos esto de estar pegados es una triste realidad y que obedece a una serie de factores complejos de describir, pero de quien más depende es de uno mismo, gastarse el divino tesoro en el día a día, sin una clara proyección de la vida, sin la más mínima planificación y estar raspando los 40 sin siquiera tener un proyecto de vida me parece inaceptable. Creo que tener un divino tesoro, invertirlo, sacarle trote, y dar la pelea, es un comportamiento básico y que no requiere de ningún tipo de análisis.

Ahora que ya tengo algo invertido de mis fichas del divino tesoro y estoy arriba del tren creo que puedo pegarme un viaje al pasado y retomar algunas aficiones de niño ya que al menos creo haber hecho bien las cosas y por ende me queda un merecido descansito. Un descansito que de alguna forma me hace recuperar el vigor de la juventud y me mantiene vivo, sin tener ni siquiera el cuestionamiento de no haber seguido correteando per secula seculorum. Ese descansito se llama Granujas (vean mi página web). Allí sale música, temas, entretención, amistad y lo que mejor de todos, un equipo, algo así como una PYME en donde el éxito general depende de cada uno de nosotros, quienes barajamos sin dejar jamás de lado las responsabilidades de nuestra vida cotidiana, familia, estudios, hijos, trabajo, proyectos, etc.

Déjenme decirles que luca prodán se equivocó un poco, partió al revés…. En vez de tomar el camino de “Divididos por la felicidad”, debió partir por “Unidos por la felicidad”